Nelson Mandela y el modelo de colaboración en el liderazgo

Somos organismos complejos en búsqueda de un sentido relacionado con la experiencia, el sentido de la vida no es otro que el de vivir. Si tuviéramos que definir nuestra especie deberíamos echar mano a la simplicidad y decir simplemente que somo la vida en acción.

Somos organismos que a su vez están compuesto por otros organismos (células) que por consecuencia están compuestos por muchos otros en una cadena que finalmente nos empuja a la conclusión de energía (E=mc2) para luego determinar un vacío infinito el cual nos reduce finalmente a la nada.

Sin embargo cada desglose del espectro nos muestra que los organismos buscan un fin mayor, relacionado con un organismo mayor. En el caso del espectro molecular su misión es garantizar el funcionamiento y sobrevivencia de órganos que componen un cuerpo más grande desde donde nuestra conciencia es capaz de experimentar el tiempo y el espacio.

Cuando el ambiente celular funciona en homeostasis cada parte del conjunto se especializa en una función determinada, con la finalidad de integrar un propósito más grande que el fragmento y más grandioso que la suma de las partes.

El ser humano por su parte (en esta misma lógica) es una conciencia diseñada para la integración con agrupaciones mayores de carácter ascendente (equipos, comunidades, pueblos, naciones, sociedad) cuyo propósito no es muy diferente al de una célula individual: asegurar la sobrevivencia del conjunto desde una especialización vinculada al talento distintivo de la parte.

Sin embargo como sociedad nos han educado mediante patrones restrictivos relacionados con la fragmentación del conjunto olvidando que la supervivencia de la especie depende de que seamos capaces de dar eso que hemos venido a entregar y as u vez aprender desde la experiencia eso que hemos venido a recibir.

Percepciones de escases que nos llevan a competir con las diferencias simplemente debido al hecho de creer que no hay suficiente, y por consecuencia la ley del más apto, del reino animal nos consume, la programación del ambiente nos desconecta y los talentos que debían ser entregados para el funcionamiento en homeostasis del conjunto se pierden en la densa nube de la sobrevivencia que nos ha llevado a consumir nuestros cuerpos en una bioquímica despiadada de un estrés que nos enferma, desgastándonos celularmente al tiempo que destruimos el ambiente por una desconexión que es la consecuencia de nuestro caos interior.

Sin embargo con el tiempo han surgido señales desde múltiples sectores (filosofía, ciencia, la experiencia, etc.) que nos hablan de un modelo que marcará el siguiente paso evolutivo de nuestra especie, un sistema de colaboración sustentado en la realización del fragmento para el desarrollo sustentable del conjunto. Eso encarno Mandela, Gandhi, Luther king y muchos otros y hoy en día nos muestra el camino para llevar esta propuesta a las organizaciones a través del liderazgo y de todo lo que se desprende de este potente concepto.

Esto es solo una pequeña parte de un innovador programa de aprendizaje titulado: Coaching & liderazgo en tiempos de crisis: gestión del talento y trabajo en equipo

Te invito a visitar el aula virtual donde encontraras variadas alternativas de aprendizaje enfocadas en la construcción del nuevo concepto de liderazgo que cambiara al mundo

Rodrigo Oyarzun G

Tucoachescritor

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