Una de las pocas cosas que nos diferencian del animal es ese inexplicable anhelo de cohesión con la totalidad, con el universo o con eso que las religiones llaman; “Dios” .
Sin embargo y a consecuencia de una variedad de motivos tales como: nivel de conciencia, ignorancia y quizás algo de comodidad, se nos ha enseñado que esa luz unificadora se encuentra fuera de nosotros, dando pie y fuerza para el surgimiento de estructuras jerarquizadas, autoritarias y por razones obvias primitivas que se han adueñado de eso que llaman verdad estableciendo un camino inmutable para eso que ellos llaman salvación.
Para dicho fin han usado textos que han llamado “sagrados” destinados a influir y persuadir a la masa inconsciente quienes por desconocimiento de las leyes y principios que hacen posible la vida han comprado esa verdad penitente pasando a ser esclavos de un sistema que desempodera al individuo con la finalidad de fortalecer las estructuras de poder que manejan el mundo material.
Y si bien es cierto este hecho es mencionado en muchos de mis escritos, la misión de esta publicación es hablar de solo una de esas variables que se han usado para controlar a las masas, eso que algunos llaman fe.
Cuando se entiende que los llamados textos sagrados -en su mayoría- son una mezcla de principios universales, verdades profundas y manipulación, tergiversación de las cúpulas de poder de turno -lo cual se aprecia en el momento en el cual dentro del mismo texto se van contradiciendo las enseñanzas esenciales con las que han sido modificadas o retocadas-, salen a la luz diferencias en el significado de una misma palabra que a la hora de llevarlo a la practica generan todo un abismo.
Una de las palabras usadas para el control de masas es la famosa “Fe”, cuando nos introducimos en las versiones originales y nos asociamos con los conceptos Pistis o Emuna las cuales son las raíces de donde se invento hace 2 mil años este concepto de fe arraigado en el sometimiento y la percepción de inferioridad ante algo superior, podemos notar que son radicalmente opuestos a la hora de llevar el concepto a la acción…
Cuando los grandes maestros de la historia hablaban de lo que nosotros hoy conocemos como fe se referían a la “Emuna” que con el tiempo se paso al griego “Pistis” perdiendo cierto grado de profundidad para finalmente desfigurarse en lo que ya todos, tanto a través del español como del ingles manejamos en la configuración de algo que solo somete, encadena y condiciona.
Esa “Emuna” nos habla del poder que surge con la convicción ganada en la experiencia personal por medio de la conformación de una verdad “Personal” en la cual estamos dispuestos a confiar aunque los sentidos no detecten su veracidad pero que al honrarla finalmente se materializara.
Como podrán notar la deformación del concepto se aleja de manera abismal de eso que los grandes iniciados deseaban transmitir ya que se paso de la confianza sobre variables internas desde donde el ser humano tiene control cuando se prepara, educa y entrena, a la confianza ciega establecida sobre elementos externos desde donde perdemos el poder de creación y formación cediendo el control de nuestras vidas a otros.
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Rodrigo Oyarzun G
Tucoachescritor