El coraje necesario para ser diferente es un impulso que llega en el momento en el cual nos atrevemos a ser auténticos, en el instante en el cual el individuo se atreve a ser “uno mismo” desmarcándose de la normalidad trascendiendo de esta manera el patrón de la naturaleza animal.
Suena fácil, sin embargo es la tarea más difícil de cualquier ser encarnado, ya que trascender el patrón (familiar, social, cultural) es la razón por la cual nacemos y desde donde comienza el infierno que surge en el instante en el cual nos damos cuenta de que es preciso desaprender para poder trascender e innovar.
El desmarcarse de los patrones culturales es una tarea delicada ya que transitamos por la fina cornisa que separa la anarquía de la libertad, la primera se sustenta en la resistencia y la segunda se moviliza en la aceptación. Transformar desde dentro del sistema implica colaborar con eso que realmente somos, el intento por transformar desde fuera del sistema implica la competencia con los opuestos.
La grandes mentes, los grandes innovadores, emprendedores comprendieron el hecho fundamental que radica en la configuración de una idea extraída desde fuera del sistema conocido con la finalidad de mejorar lo existente o actualizar el extracto de una idea incompleta que requiere una mirada divergente para adaptarse a los tiempos y colaborar con el desarrollo y evolución del conjunto.
Para expresar semejante intención es preciso salir del espacio conocido, enfrentar los miedos y la incertidumbre de la carencia de seguridad conquistando de esta manera nuevos territorios desde nuestra originalidad.
“El individuo más poderoso es aquel capaz de tener un solo pensamiento y perseverar en la materialización de la idea que impulso la intención original”
Rodrigo Oyarzun G
Tucoachescritor