Para acceder el campo universal de información que algunos llaman Dios es preciso conectarnos y vincular el consciente con el inconsciente…
Esta llave parte con el reconocimiento de nosotros mismos como los creadores de este mundo, la responsabilidad de eso que pensamos, sentimos y actuamos.
Yo soy el camino; Yo soy la verdad; Yo soy el alfa y el omega…
Investigar, cuestionar, mejorar el conocimiento es nuestra misión como individuos conscientes…
El ser humano es un punto de luz dentro del universo (Dios como lo llaman las religiones) esa luz es igual a información que a su vez se compensa compensa en conocimiento, por lo que esa luz de información contenida en los seres humanos -independiente el grado evolutivo de la conciencia que alberga- no pude aspirar a proclamar verdades absolutas.
Eso que llamamos verdad, son tan solos perspectivas finitas, fragmentos insignificantes de algo que aun siquiera puede ser imaginado.
El cual aprecia en el cambio una oportunidad constante de progreso y evolución, sin embargo es una figura solitaria ya que es consciente que para transformar su programa deberá estar en una constante batalla interior que a su vez y por consecuencia desencadenara conflictos con, con las creencias sistémicas de aquellos que disfrutan vivir en la normalidad.
El choque de lo viejo y lo nuevo es inevitable, pero que lamentablemente es un proceso al cual pocos llegan por voluntad propia, sino que en su mayoría esto es desencadenado como una respuesta el sufrimiento y al dolor que nos saca del letargo del espacio conocido.
Por siglos se nos ha traspasado la imagen de figuras endiosadas alejadas del alcance del ser humano, modelos de comportamientos idílicos y con muy poca coherencia con los principios que mueven la vida y la creación en el mundo material.
Seres carentes de emoción, sin atisbos de humanidad a partir de los cuales el ser humano se coloca como lo mas bajo ante algo que no puede aspirar alcanzar.
Lo cierto es que todos esos personajes, avatares, profetas y reformadores del pensamiento de la historia eran seres humanos capaces de llevar al mas alto nivel la creatividad por medio de la manipulación consciente de las leyes físicas y metafísicas.
Y todas estas leyes para poder materializar la idea en en espacio se sirven de un principio que es parte del complejo y único diseño humano…
La emociones, la energía que movilizas al intelecto y materializa la idea en la experiencia, sin embargo por cosas del destino nos han enseñado a distanciarnos, negar y reprimir la energía que ha servido a todos y todas las grandes figuras de la humanidad para alzar lo que eso que las mentes primitivas han llamado por siglos, MILAGROS.
El cambio de paradigma comienza por lo esencial el sacudirnos el polvo del dogma y la servidumbre para vestirnos de creadores empoderados desde la esencia que nos distingue es el siguiente paso evolutivo de la humanidad.
Lo cierto es que no hay nada nuevo bajo el sol, esto ya fue dicho por todos los grandes maestros de la historia, solo falta que tomemos la decisión de sacar los programas de esclavitud y sumisión para así instalar una actualización que transforme el escenario a nivel individual y colectivo.
El cuestionamiento que las nuevas generaciones enfrentan surge a causa de la revoluciona en el campo laboral, social y económico que ha venido a colocar en jaque la lógica de trabajo y desarrollo humano desde donde las nuevas generaciones están contestando preguntas trascendentales para el futuro de la humanidad…
¿Quién soy?
¿Qué deseo dejar en este mundo?
¿Qué tipo de vida quiero construir?
¿En que actividad proyectare mis punto diferenciador?
Cada ser humano tiene algo que aportar al mundo, no existe individuo que no posea un potencial que pueda ser proyectado. La única razón por la cual nacemos es esa…
Si no tuvieses nada que dar no podrías existir, esos que no pueden dar no pueden recibir, no te extrañes si te digo que el universo confía tanto en ti que te ha puesto en el lugar preciso para que pueda marcar la diferencia.
Tan solo falta que tú descubras ese talento para de esta forma diseñar el canal para proyectar tu pasión al mundo.
Nos han convencido que el ideal de vida de cualquier persona que aspira a la perfección o realización es mediante la personificación de un canon creado a partir de ideales románticos e infantiles cuyo fin se entrelaza con algo que algunos llaman bondad.
Debes ser una buena persona nos decían nuestros abuelos…
Sin embargo esa personificación idílica de bondad no es mas que una primitiva versión de ideales construidos para la conveniencia de aquellos que reprimen el potencial humano.
Deja la fabula absurda de querer ser una buena persona y conviértete en una persona efectiva que aspire a dejar algo en este mundo.
El espacio de incertidumbre que es preciso atravesar, es semejante a un mar tormentoso que cuando se aleja surge una calma que se aprende apreciar y que va acompañada con aprendizaje y aumento de nuestras capacidades.
¿Deseas cambiar?
¿Estas dispuesto/a a cruzar las sombras de tus miserias?
¿A dar todo con tal de transformar eso que odias y tanto daño te hace?
¿Muchos renuncian al poco andar, al darse cuenta de la enorme tormenta que obliga a salir del letargo de la comodidad?
El colectivo que surge con el desarrollo del individuo cuando toma responsabilidad de su rol social…
Nos acostumbraron a creer que las transformaciones de la humanidad son impulsados por la masa o lo que algunos llaman el pueblo. Lo cierto es que el pueblo solo ha sido el peón de intelectos que han sabido movilizar voluntades para derribar sistemas arcaicos.
De esta forma el único medio en que la masa sea manipulada por intereses mayores es mediante el desarrollo del intelecto. Sin embargo cuando hablo del desarrollo de intelecto no me refiero a lo que hoy por hoy conocemos como “educación”, ya que eso en el mejor de los casos es solo el punto de partida para acceder a espacios mas decisivos donde el pensamiento critico y el desarrollo de la autenticidad marcan la diferencia.
¿Cuántos/as de nosotros vive una existencia vacía y rutinaria solo por creer que eso es la vida y que fuera de eso no hay más?
¿Cuántos/as viven con la persona que odian, en el trabajo que los enferma por miedo al cambio y a dejar eso que llaman seguridad?
